El Japón heroico y galante – Enrique Gómez Carrillo

EL_Japon_Heroico_y_Glante Siempre me gustaron y he admirado los paisajes pintados de blanco.

Quizá todo esté relacionado con los tiempos de mi niñez cuando solía añorar la época navideña. No solo por los regalos, en realidad disfrutaba la programación de la televisión nacional que nos inundaba de caricaturas que tocaban el tema. Desde historias de un “Rudolf” hecho de plastilina, a un mal dibujado “Niño del tambor”, pasando por los mas comerciales He-Man y Los Picapiedra, entre muchos otros, todos con escenarios donde la nieve era el acompañamiento perfecto.

O quizá solo sea que nunca conocí la nieve y por eso la idealizo.

Si pretendiera describir lo que es la nieve para mi, quizá me pasaría las de Gómez Carrillo en las primeras dos terceras partes de su libro. La idealizaría, hablaría maravillas de ella, de lo fantástico que es un fenómeno que a causa de lo común que es, pierde su encanto. Seguramente descuidaría hablar del terrible frío que siempre le acompaña, de lo fastidioso que ha de ser tener que estarla quitando de enfrente de las casas y de los daños que ocasiona a los vehículos, por mencionar algunos de sus puntos negativos.

Cuando me adentré en las descripciones de una cultura tan distinta, la de aquel Japón de 1912 al que el autor nos lleva a pasear, a parte de sorprenderme, me pareció muy extraño, sin forma y sin lógica.  Estaba preocupado por no creerme en el derecho de juzgarlo como correcto o incorrecto, hasta que en un comentario en Facebook un amigo me dijo: “No importa lo correcto o incorrecto, lo que importa es que debemos aprender que hay muchos otros puntos de vista en muchas otras culturas”

Entonces continué la lectura con esa idea, pero observando que para Gómez Carrillo, todo parecía correcto, glorioso y digno de aplauso. La forma en que toca el tema de la prostitución, la “veneración” a los sables, la visión heroica de la práctica del harakiri, me daba la sensación de estar contado de esa forma, como para agradar o sorprender a todo el mundo y ocultar las cosas malas de aquella cultura  o quizá, porque uno tiende a idealizar lo que no se conoce. Acepto mi error. Si hubiese concluido mi lectura en la página 91 me hubiera quedado con eso, pero luego los temas cambian. El autor entonces habla de la mujer y de su postura de esclava, de la miseria y de períodos terribles de hambre, por mencionar un par de ejemplos en donde la foto de Japón se antoja, sino completa, sí mas convincente.

No sé si “todo” el Japón era así entonces. Desconozco que tanto de esto le quede a aquella nación luego de ser invadida por las formas de occidente. Creo que muchos de esos puntos son mas ideales  de su cultura, que una práctica real y continua en éstos días. La frase: “Pero hay que confesar que ya principian, por lo menos, a notar que podrían vivir de otro modo” en el tema de la mujer, me permite asumir esa postura, pero no lo sé. Ojalá, logre averiguarlo.

Les dejo algunos highlights:

Y el harakiri vive. Ni ha desaparecido ni desaparecerá nunca. Es uno de los principios esenciales del código de la caballerosidad nacional, el más bello y el más estricto de todos quizá, puesto que no sólo demuestra heroísmo y orgullo, honor y dignidad, sino también espíritu de sacrificio y de desinterés. Los que se suicidan, en efecto, suelen hacerlo con altruismo admirable.

Veo con el más profundo sentimiento de admiración que vuestras tropas se han servido vencernos

La vida de un hombre tiene menos importancia que la vida de una familia.

… al ver que un pedazo cualquiera de granito cubierto de musgo tiene en los parques tanta importancia como la más bella azalea florida o el más lindo loto abierto. Pero es probable que, lejos de venir el entusiasmo de la leyenda, la leyenda venga del entusiasmo.

Las ideas socialistas, aterrorizando a los capitalistas, paralizan la iniciativa industrial e impiden el aumento lógico de las fábricas.

Hay varias cosas destacables. La que a mi mas me gustó es la historia de un juez sabio que hacía algunas practicas “curiosas” para ser justo y ecuánime, cosas que cualquiera de nuestros países extraña en estos tiempos.

Cuando terminé de leer el libro, lo primero que hice fue viajar a Tokio con la ayuda de Google Maps. Quería ver una ciudad moderna llena de luces, letreros, anuncios, publicidad y vida, para quitarme la imagen del Japón con calles de lodo.  No las vi como las imaginé, pero las imágenes son sorprendentes, los edificios enormes, la limpieza envidiable… hay muchos lugares que quisiera conocer antes, pero una vuelta por allá, no estaría mal.

Por último, comentar que me gusta la forma en que está escrito, porque el autor no se limita a contar lo que vio, sino que se dedica a dibujar las escenas. Éste gesto se agradece.

Estuvo buena la recomendación del libro del mes de Lectores Chapines.

Saludos

3 comentarios en “El Japón heroico y galante – Enrique Gómez Carrillo

  1. Saludos!
    Felicitaciones por el post, muy interesante, y por su blog en general.
    Me quedo una pregunta: dice que la edicion de «El Japon heroico y galante» es de 1912. ?En que o cual edicion la ha leido usted? ?Que edicion es aquella que aparece en la foto, en tapa o portada azul? Le agradeceria muchisimo que me indique los datos de esa edicion.
    Cordialmente,
    Renate (brasilena)

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    1. Gracias por la felicitación Renate

      En 1912 fue publicado el libro por primera vez. La edición que yo leí y que tiene la portada que está en el post dice: «Primera edición en Editorial Cultura: 2009».

      Saludos

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