Hace algún tiempo leía en internet una frase que decía algo como “Si un libro vale la pena leerlo dos veces, valió la pena leerlo la primera”. La frase me pareció muy interesante, porque siempre inmediatamente después de que cierro un libro porque lo terminé y medito en el final, me hago la pregunta de si lo volvería a leer y claro, cuando la respuesta es afirmativa, es porque encontré mucha valía en los párrafos que lo componen.
En octubre en Lectores Chapines, nos toco leer a Edgar Allan Poe, porque algunos argumentaron que por ser el mes donde se “celebra” el “día de las brujas” valía la pena leer algo de terror. Yo quise explicar que Poe para esta época ya no es una lectura que envuelva en una atmosfera de miedo, sin embargo si que es una excelente lectura y es fantástica la forma en que crea los ambientes y las macabras escenas sin tener que abusar de la 
invención o de lo extraño/imposible. Al leer sus historias, en la mayoría, uno se da cuenta que son cosas que pueden pasar y eso mas la forma de contarlo, hacen el deleite de adentrarse en ellas.
Recomendé que el elegido fuera “Narraciones Extraordinarias” un libro que había leído ya hace varios años, que incluye varios de los mas famosos cuentos del autor como: Los crímenes de la calle Morgue, La caída de la casa Usher, El escarabajo de oro y El Péndulo, que es mi preferido, y varios mas, y en las votaciones ganó sin mucha oposición.
Contento me dispuse a iniciar la relectura y entonces algo no encajaba. Mientras avanzaba por las paginas, me convencía mas y mas de que no lo estaba disfrutando, siendo que la primera vez fue un libro que me atrapó y no podía dejarlo hasta conocer los distintos finales.
Lamentablemente entendí que el tema de “misterio” se pierde cuando uno ya sabe la conclusión de la historia y mucho de la magia de estas narraciones radica en querer saber en que termina la particular e interesante trama.
Siempre recomendaré leer a Poe y siempre recordaré que fueron sus historias las que me enseñaron que no hay una regla general para evaluar a un libro, porque ahora entiendo que no es necesario que quede la intensión de releer algo, para darlo por bueno.
Saludos
ANTES MUERTO QUE PERDER LA VIDA 
Que raro, a mi las tramas me agradaron pero nada me gusto tanto como la profundidad filosófica de muchos de los textos y el talento creativo del autor.
Creo que en la relectura, ya liberado de la presión de conocer el desenlace de la historia, podemos disfrutar del resto de elementos del texto.
Bendiciones charruagt
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Recuerdo que la otra vez se toco el tema de que si creíamos que había edad para leer determinados textos. Yo creo que lo que me paso fue que cuando leí a Poe, no buscaba algún tipo de profundidad, sino solo leer historias de misterio… y con esa idea “alterada” entre a leerlo de nuevo esta vez. Pase de noche la filosofía Poeiana, jeje. Ojalá pudieras contar algo al respecto ya que no se habló mucho de ello en la reunión pasada.
Saludos
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