El viaje del elefante – Jose Saramago

Antes que nada, recomendar que si vas a leer el libro, quizá no te convenga leer esto, porque puedo mencionar alguna que otra cosa que predisponga tu lectura.   Hecha la aclaración, a lo que iba.

Yo mas creo que el libro debería llamarse el viaje de “Subhro el cornaca” porque del elefante poco y nada que sacar.

Lo comenté en la reunión de lectores chapines y lo comento acá. En algún lugar leí que este era el último libro que Saramago escribiría y visto así, sería una pena, no creo que esté a la altura de sus obras más exaltadas. Favorablemente luego leí (quizá solo rumores) que no es así, que seguirá escribiendo.

La historia, en general, no atrapa, al final no es emocionante la travesía de un elefante, que, lejos de poder realizar algunos trucos y pasársela de mal humor, no tiene una personalidad definida (por lo menos yo no la vi). Los personajes no son memorables, a excepción de Subhro que merece un párrafo aparte. Los imposibles abundan, como el que el elefante toque con su trompa el hombro del comandante en señal de que entendía lo que pasaba o que aprendiese a arrodillarse sin sentido alguno en menos de 4 horas (quizá exageré, a lo mejor fueron 5).

Subhro es genial. Es el único que, en su limitado mundo, logra pensar mas allá de lo que ve. Imagina escenarios, saca conclusiones y es un as para comportarse con sus superiores (aunque no deja de meterse en líos).

Siento que no se profundizó en la historia, ni en la descripción de los personajes y paisajes, que para la época, hubiera valido la pena.. Entiendo que la historia se desarrolla por allá del 1550, todo un manjar para la imaginación. Si bien se nota el estilo propio de Saramago a lo largo del libro, “conversando” con el lector, me parece que es hasta los últimos (muy últimos) capítulos, en donde se puede ver al escritor que tanto se admira, ese que divaga entre distintos temas dando saltos de uno a otro. La excusa de que el idioma se queda corto para describir aquel lugar de nieve y el ejemplo de que existen lenguas donde hay palabras para siete tonalidades de verdes, no me gustó, sencillamente se lo hubiese aceptado a otros escritores, pero no a alguien con tantísima experiencia y con el éxito que ha adquirido. Me sonó a excusa.

Otra parte que no me gustó fue que se cuenta como contar una historia antigua en estos tiempos, excusándose siempre en no saber si las cosas tenían el nombre utilizado en aquel entonces, eso le quito mucha credibilidad a la narración y más cuando en otro lugar asegura (aunque sé que es solo una novela) que esta basada en documentos de la época ¿Y entonces? ¿Cómo es que está basado en algo, pero no estaba escrito el nombre correcto de las cosas?

Como en todo, siempre existen esas frases/párrafos que se rescatan y que te llevan a la meditación, pero en este libro, los hay muy pocos y muchas de ellas son de “dominio publico”. Por ejemplo, al principio se habla de la relatividad de la belleza (el elefante esta bien o mal según como se le juzgue) lo que para mi es un tema bastante trillado.

Dos de ellas:

–Tener que pagar por los propios sueños, debe de ser la peor de las desesperaciones.

-Tienen razón los escépticos cuando afirman que la historia de la humanidad es una interminable sucesión de ocasiones perdidas.

He visto muy buenas reseñas de este libro, que lo ponen como muy bueno, pero creo que el libro debería ser recomendado solo para fanáticos de Saramago.

Saludos

PS. Si te interesan más opiniones y discusiones de este y otros libros, te invito a que visites nuestro grupo de lectura “lectores chapines”